¡REVOLUCIONAR
EL MUNDO!
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CONECTAMOS CON LA VISIÓN
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CAPACITAMOS LÍDERES
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COMPARTIMOS ESPACIOS
¿Por qué
el deporte?
Porque el deporte une lo que el mundo divide. Rompe barreras sociales, políticas, culturales y emocionales. Es una plataforma poderosa de influencia, donde el liderazgo, la disciplina y el trabajo en equipo son tierra fértil para los valores del Reino de Dios.
En el deporte la intencionalidad puede convertir cada entrenamiento en un discipulado, cada competencia en una oportunidad divina, cada deportista, en un seguidor de Jesucristo.
Jesús dijo “vayan y hagan discípulos”.
Y en este llamado, el deporte no es un accesorio: es una herramienta estratégica para IR y cumplir la Gran Comisión.
Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, hasta en los confines de la tierra.
— Hechos 1:8
Entrenadores:
Modelos de Vida
Los entrenadores pasan más tiempo con los jóvenes que muchas otras figuras adultas. Su voz influye, su ejemplo inspira, y su presencia puede dejar huella por toda la vida. Por eso, un entrenador comprometido con valores del Reino de los Cielos, puede cambiar la historia de una comunidad entera.
Un entrenador puede formar buenos deportistas, pero también puede formar personas con propósito, identidad y carácter, dejando un legado que va mucho más allá del marcador y las medallas.
Iglesias fuera de las cuatro paredes
La mayoría de los jóvenes que más necesitan escuchar sobre Jesús no están entrando a una iglesia... pero sí están yendo a entrenamientos, partidos y torneos. ¿Y si llevamos el mensaje donde ellos ya están?
El deporte es una puerta abierta para que la iglesia conecte con las nuevas generaciones de manera cercana, auténtica y transformadora.
Este es el momento de salir de las cuatro paredes, y estar presentes en los espacios donde los jóvenes están. No es cambiar el mensaje, es extender su alcance usando el deporte como un puente para llevar el Evangelio y conectarlos con Cristo.